Semana laboral de 4 días:
Sí, pero no así
Sí, pero no así
Contanza Taccari
Contexto
Miércoles 22 de febrero de 2023. Un diario español titula: “Semana laboral de cuatro días: un estudio confirma que mejora la productividad y la salud de los empleados”. Al parecer, la prueba piloto de la semana laboral de 4 días realizada en Reino Unido fue un éxito, y se confirman no sólo grandes beneficios económicos para las empresas, sino también mejoras en la salud de las personas trabajadoras.
A partir de la experiencia de Reino Unido -y de otros países de la región-, España se ha propuesto realizar su propia prueba. Y si bien ya existen casos anteriores de empresas españolas que han instalado la semana laboral de 4 días, esta es la primera vez que se lleva a cabo una prueba generalizada. Valencia fue elegida sede para dicha prueba, que consistió en aplicar un proyecto piloto de 4 semanas de 4 días laborales cada una, aprovechando los festivos de abril y mayo.
El objetivo de la prueba y de los estudios que derivan de ella -cuyos resultados se prevén para el mes de julio- fue analizar el impacto de esta forma de organización laboral a partir de los siguientes indicadores:
Salud
Bienestar social
Economía
Descanso
Calidad del aire
Conciliación
Ahora bien, ¿cómo ha resultado esta experiencia? Vamos a analizarlo.
Manos a la obra: nuestro equipo sale a investigar
Desde el equipo MUVON nos propusimos llevar adelante nuestra propia investigación, y averiguar de primera mano qué piensan las personas sobre esta nueva alternativa a las formas tradicionales de trabajo. Con este objetivo, diseñamos y distribuimos una encuesta anónima que fue respondida por un total de 21 personas. Todas ellas trabajan en relación de dependencia y tienen -en su mayoría- entre 18 y 45 años. El 57% de la muestra estuvo compuesta por mujeres y el 43% por varones, que pertenecen a diferentes sectores laborales: salud, logística, administración, ventas, educación, construcción, turismo e informática, entre otros.
Las preguntas que contenía la encuesta iban dirigidas a recabar experiencias de las personas trabajadoras luego de pasar por prueba de la semana laboral de 4 días. Indagamos acerca de los cambios que habían implementado las empresas, el beneficio o perjuicio que ha supuesto esta nueva organización del trabajo para estas personas y el grado de acuerdo -o desacuerdo- con respecto a la implementación definitiva de este modelo de trabajo en España. Además, cada participante podía aportar comentarios o reflexiones vinculadas a su experiencia, que fueron fundamentales para nuestro análisis.
Resultados que encienden alarmas
El primer dato que nos llama la atención -y que enciende rápidamente nuestras alarmas- es que casi el total de las personas encuestadas (95%) indica que su empresa no tomó ninguna medida de cara a la semana laboral de 4 días. Esto quiere decir que todo continuó tal cual estaba: horarios, tareas, metodología de trabajo y objetivos a conseguir. La pregunta que comienza a dibujarse a partir de este primer dato es: ¿Cuáles han sido, entonces, las variables de ajuste?
Con respecto a los perjuicios que puede generar la semana laboral de 4 días, el 57% de las personas refiere no encontrar ninguno, y el 43% restante identifica -casi en el total de los casos- una mayor presión en el trabajo. Este dato nos permite empezar a dilucidar una posible respuesta para la pregunta planteada anteriormente.
Por otra parte, el 85% de las personas encuestadas refiere haber encontrado beneficios en esta modalidad de trabajo. De ese grupo de personas, un 72% destaca mejoras en la conciliación de la vida familiar y un 44% encuentra beneficios directos para su salud. En este punto es importante destacar que varias personas refieren que el día extra que han “ganado” -es decir, que han pasado fuera de sus trabajos- lo han utilizado para pasar tiempo con sus familias y amistades, disfrutar de actividades de ocio y realizar deporte.
Además, quisimos saber si las personas están -en términos generales- de acuerdo con la aplicación definitiva de la semana laboral de 4 días en España. Y aquí encontramos un punto fundamental para este análisis: el 85% opinó que sí estaría de acuerdo, siempre y cuando se implementen medidas y estrategias que organicen mejor el trabajo, los horarios, las tareas y los objetivos. Es decir, en general las personas están de acuerdo con esta modalidad de trabajo, pero no con hacerlo de esta manera.
A continuación, recuperamos algunos de los comentarios más significativos que han aportado las personas encuestadas:
Algunas conclusiones y nuevos interrogantes
Lo interesante de tomar datos de la realidad y analizarlos -siempre desde un posicionamiento situado y crítico- es que no sólo pueden extraerse interesantes conclusiones, sino también delimitar futuras líneas de acción para avanzar hacia lo que verdaderamente nos interesa: modelos de trabajo que beneficien tanto a las empresas/organizaciones, como a las personas y a la sociedad toda.
En este sentido, resulta llamativa la concordancia en la mayoría de las respuestas que han dado las personas sobre algunos puntos fundamentales:
En primer lugar, la ausencia de medidas por parte de las empresas frente a un mes entero de semanas de 4 días laborales. La elaboración de un plan estratégico, que no ponga en riesgo la salud de las personas trabajadoras y que al mismo tiempo vele por el cumplimiento de los objetivos de la empresa, pudo haber sido uno de los determinantes para que la prueba funcione de otra manera.
En segundo lugar, la percepción de una mayor presión en el trabajo indica que en ese punto radica la variable que tuvo que ajustarse a los fines de sostener esta organización del trabajo: la salud mental de las personas. Y no sólo se trató de una mayor presión, sino también de la búsqueda de otras estrategias para conseguir los resultados habituales, pero a costa del perjuicio de las personas: carga de trabajo asumida durante los días que supuestamente debían ser de descanso, horas extras para resolver tareas pendientes, entre otras.
En tercer lugar, los beneficios que genera la semana laboral de 4 días claramente son muchos, y casi todos tienen que ver con el disfrute del tiempo libre para el ocio, el deporte y el tiempo compartido con familia y amistades. Es decir, encontramos factores que impactan directa y positivamente en la salud de las personas.
La conclusión general a la que arribamos, entonces, es la siguiente: semana laboral de 4 días sí, pero no de este modo. Está claro que los beneficios de este modelo de trabajo son muchos y muy importantes, pero para que esto realmente funcione la variable de ajuste nunca puede ser la salud mental de las personas.
Personas, empresas y gobiernos deberán trabajar conjuntamente para pensar políticas y medidas que garanticen, además del rendimiento de las empresas en términos económicos y productivos, el cuidado de las personas trabajadoras. Esta es la única vía posible para pensar modelos de trabajo realmente saludables y sostenibles a largo plazo.
El desafío será, entonces, diseñar nuevas estrategias que impacten sobre otras variables -como los horarios, la distribución de tareas dentro de los equipos, los objetivos o las modalidades de trabajo flexibles- y que no pongan en riesgo la salud de las personas, sino que por el contrario, la garanticen y la promuevan.
Precisamente en esta línea es que trabajamos desde MUVON, pensando y diseñando estrategias que beneficien tanto a empresas y equipos como a cada persona en particular. La experiencia nos ha demostrado que esto es posible y alcanzable, siempre y cuando contemos con el compromiso de todas las partes.
El camino es largo y las propuestas emergentes parecen tener mucho potencial, pero no podemos olvidar nunca que en el centro de toda iniciativa, idea o nueva metodología de trabajo debe estar lo verdaderamente importante y la clave para que todo lo demás funcione: la salud de las personas.