Constanza Taccari
Las bases del mercado laboral tradicional se han consolidado en el marco de una división de roles de género muy básica: mujeres que aún no habían accedido de forma generalizada al trabajo remunerado y hombres que prácticamente no asumían responsabilidades dentro del hogar. Con el paso del tiempo -y en gran parte gracias a las conquistas de los movimientos de mujeres- los modos de organización laboral/familiar han cambiado mucho.
Actualmente, en diferentes espacios laborales empiezan a visibilizarse los efectos que producen las tensiones entre las exigencias laborales y aquellas vinculadas a las necesidades de crianza y cuidados, que impactan principalmente sobre las mujeres. Esto tiene que ver con que el ingreso masivo de las mujeres al empleo, no fue acompañado por una revisión profunda del mundo laboral ni de la articulación entre el ámbito público -social, laboral, productivo- y el privado -hogar y cuidados-.
Ante este escenario, desde organismos nacionales e internacionales y en organizaciones públicas y privadas; comienzan a emerger propuestas que parecen apuntar hacia una distribución de roles y tareas más justa. De esta manera, surgen nuevas categorías interesantes de ser pensadas y trabajadas al interior de las organizaciones.
Un primer movimiento en esta línea tiene que ver con acciones vinculadas a la conciliación, que buscan entrelazar dos ámbitos de la vida de las personas que parecían irreconciliables: laboral y familiar. El problema en relación a las políticas de conciliación se vincula a que, generalmente, en la práctica nos encontramos con medidas dirigidas exclusivamente a mujeres, que además suelen ser madres, y que por lo tanto acaban acumulando aún más responsabilidades, tanto dentro como fuera del hogar.
Es así que -a modo de propuesta superadora- se instala el concepto de corresponsabilidad. Ya no se trata de acciones concretas dirigidas a un colectivo puntual, sino que se coloca el foco en nuevos modos de organización social, más justos y democráticos entre géneros. Desde esta mirada, se hace énfasis en las actuaciones de las organizaciones y empresas, buscando cuestionar las formas en las que distribuimos trabajos, tiempos y roles, tanto en lo público como en lo privado.
Por todo lo anterior se vuelve necesario formular ciertas preguntas al interior de las organizaciones: ¿alguna vez se han cuestionado distribuciones de tareas/roles dentro de los equipos? ¿se generan conversaciones sobre la organización de tiempos laborales/familiares? ¿Quiénes suelen tener mayores inconvenientes o preocupaciones al respecto? ¿Aparecen malestares en torno a estos temas? Es importante recordar que, como agentes sociales de cambio, las empresas tienen una gran oportunidad: implementar herramientas a favor de una igualdad real, que impacte positivamente tanto al interior de sus equipos como en su entorno social.
Entre las medidas que pueden aplicarse a favor de la conciliación y la corresponsabilidad encontramos aquellas que proponen revisar sistemas de licencias/bajas por cuidado de familiares y crianza, de manera que -independientemente del género- dichas tareas sean asumidas por quien así lo desee. También existen medidas de flexibilidad tanto en los tiempos como en los espacios laborales: trabajo por objetivos, organización de horarios según conveniencia del/a trabajador/a, teletrabajo o formas híbridas, entre otras.
La adopción de estas medidas no solo beneficia a las personas a nivel individual, sino que se traduce en grandes aportes para las empresas en términos de mejora del clima organizacional, aumento de la productividad, reducción del absentismo, fidelización y promoción del talento, mejoras en la competitividad y mayor rendimiento económico.
Para diseñar y aplicar medidas de conciliación y corresponsabilidad es fundamental contar con un equipo de profesionales especializados, que construyan estrategias con calidad y compromiso. Desde MUVON acompañamos a empresas que desean promover la igualdad en el interior de sus equipos y trabajamos junto a ellas en la elaboración de planes que permitan alcanzar esta meta. Con la firme convicción de que es posible transformar realidades organizacionales, generamos propuestas que transversalicen una perspectiva de género y promuevan espacios de trabajo más equitativos, justos y saludables.