1ero de Mayo: la diversidad
es nuestra revolución
es nuestra revolución
Romina V. De Lorenzo
El 1ero de Mayo de cada año, en diferentes países del mundo, se conmemora una represión que implicó -paradójicamente- salud y derechos en el ámbito laboral. Esta efeméride se vincula a un acontecimiento sucedido en 1886, en el que obreros/as de la fábrica McCormick intentaban reclamar en EE.UU. por un contexto laboral más saludable. Hecho histórico de gran importancia, dado que trajo aparejado un cúmulo de derechos laborales dentro de los cuales podemos rastrear la reducción de la jornada laboral a 8hs, igualdad salarial, vacaciones y seguridad social, entre otros.
En MUVON, retomando el espíritu de la fecha, consideramos que es una oportunidad para reflexionar y promover la revolución que se está dando en muchos de los espacios laborales actuales: apostar a consolidar equipos en la diversidad. Movimiento que -tanto en el plano social como empresarial- se viene gestando desde hace décadas y llegó para quedarse, porque el impacto es significativamente positivo y saludable para las personas, las empresas y la sociedad toda.
Por ello, hoy traemos recursos para que, quienes aún no dieron el salto, se atrevan a hacerlo en todos los niveles.
A nivel empresarial, apostar a consolidar equipos diversos implica reconocer la riqueza con la que cada sujeto se suma a nuestros espacios y -lejos de borrarla- potenciarla para que se consolide como aporte en sus competencias y recursos. El objetivo de las empresas, entonces, tendrá que ver con identificar las barreras internas que pueden estar obstaculizando la gestión de la diversidad, para garantizar la participación equitativa de todas/os sus colaboradoras/es.
Para ello, desde MUVON proponemos planes de acción integrales que capitalicen los recursos de cada espacio laboral y se trabajen en el tiempo para visibilizar la transformación cultural que se pretende sostener.
Toda empresa que se convoque a la riqueza de la gestión de la diversidad, suele transitar con nuestro equipo -al menos- estas instancias:
1) Reconocimiento de la cultura empresarial: Se trata de un ejercicio reflexivo y autocrítico que ya se viene implementando en todas las empresas, pero que en muchas aún se utiliza sólo a los fines de transmitir códigos y una igualdad que borra la potencia singular. En esta oportunidad, lo necesitamos como sostén de las estrategias a desarrollar en materia de garantizar la diversidad, analizando desde el proceso de comunicación interno/externo, hasta las prácticas de vinculación entre colaboradores o con clientes/proveedores. Este reconocimiento se hace en distintas instancias del proceso de transformación cultura - no solo en las iniciales- para poder garantizar un seguimiento del impacto en el clima laboral y en la salud de quienes trabajan en nuestros equipos.
2) Apuesta a la diversidad en todas las instancias: Diseñamos propuestas que desde el proceso de selección en adelante, evidencien que lo que nos interesa es sumar colaboradoras/es con talento, evitando sesgos por razones de género, por orientaciones sexuales, u otros.
3) Fomentar espacios de sensibilización y formación: para conquistar estos procesos de transformación cultural, todas/os sus colaboradoras/es deben poder conocerlo y enarbolar la propuesta. Generar instancias que visibilicen la riqueza de apostar a la diferencia para construir equipos, que problematice sesgos y estereotipos que pueden estar obstaculizando y brindar herramientas concretas, se vuelve clave.
Cabe aclarar que esto es un boceto inicial, generalizado, de lo que luego se vuelve diferencial en cada empresa. Pues el reconocimiento que hacemos de cada espacio laboral, nos permite diseñar en fino estrategias que garanticen su enraizamiento en la cultura de las mismas.
Hoy redoblamos la apuesta y queremos brindarles un bonus track, dando cuenta de recursos iniciales que solemos trabajar específicamente con aquellas/os lideres que gestionan en la diversidad. Por ello, este cuadro nos resulta esclarecedor:
El triple anclaje que se grafica, implica una puesta en marcha de numerosas habilidades y recursos que -en muchos casos- pueden estar ya presentes en el ejercicio de liderazgos o pueden despertarse. Sin dudas, liderar en diversidad es liderar equipos más saludables y genuinos.
En suma, un liderazgo que apuesta a la diversidad sabe garantizar una escucha activa a todos/as sus colaboradores/as, desde una posición que respeta la diferencia y la fomenta para que cada sujeto pueda aportar creativamente sus recursos y así tomar mejores decisiones. La perspectiva de género, salud mental y DDHH tiene mucho que aportar a la construcción de estos liderazgos: dan posibilidad de visibilizar estereotipos que se sostienen, cuestionarlos, revisar nuestras formas de trabajo y diseñar propuestas que promuevan salud, equidad y respeto por la diversidad.
En MUVON creemos que esta es la revolución de nuestro tiempo, la que nos merecemos como sociedad. Por ello elegimos acompañar los procesos de transformación cultural al interior de cada empresa, para que la diversidad en la organización sea un hecho que construya, aporte y sostenga a los sujetos. Apostamos a una revolución en todos los niveles, humanizando los espacios laborales, reconociendo las subjetividades; pues así la pertenencia, el compromiso, la motivación e innovación están garantizados.